La lactancia materna será la mejor opción, siempre que para esa madre lo sea y siempre que no se viva desde la obligación o la sensación de que es la única forma buena de alimentar. Alimentar con amor es la mejor y única forma de dar de comer a nuestro bebé, todo lo demás son formatos y circunstancias.

Como profesional de la salud mental y a nivel personal. soy partidaria de la lactancia siempre y cuando se haga desde el placer y el disfrute del esfuerzo que va asociado y sin  que por ello se ponga en juego ninguna sensación culpabilizadora en caso de no poder o querer amamantar.

Creo que la lactancia vivida con amor es un vínculo único y un hilo que conecta al bebé con su madre una vez fuera del vientre, pero también creo que cuando se vive desde la dificultad, dolor o sacrificio genera mucho sufrimiento en el que ese amor absoluto de alimentar desaparece.